Por M.A.K.
3 de Octubre del 2022
“En realidad, solo existe el acto de amar, (…)
Significa dar vida, aumentar su vitalidad.
Es un proceso que se desarrolla
y se intensifica a si mismo”
- Erich Fromm
Se
vuelve tan importante cada palabra que sale de nuestra boca, cada movimiento…
cada sentimiento.
Se
vuelve tan importante que después de que pasan los días tomas conciencia de que
lo vivido, no se puede volver atrás. Ya lo viste, en tu historia paso a ser
pasado justo en el momento que sucedió.
Al
no poder volver atrás, se vuelve tan importante que se convierte en uno de tus
recuerdos más queridos por el resto de tu vida.
Se
termina convirtiendo en un anhelo, en un “ojala estuviera conmigo”, en un “desearía
que fuese infinito”
Como
dicen… “Nada es para siempre”, pero, ¿Y si no es así?¿Y si los sentimientos,
los vínculos creados con los demás, el amor hacia una mascota, las personas,
los recuerdos, vivencias y demás, fuesen para siempre?¿Que pararía?
De
seguro si le pregunto a una persona me diría que estoy loca! Que las personas
no son para siempre, que nada lo es. A lo que me vuelvo a plantear ¿Y sí, sí lo
fueron?
Lo
anterior que mencioné, para mí, si son eternas, y es para siempre lo que cada
uno elige que se haga y sea para siempre. Si amamos a tal punto a un ser, mi
amor, gratitud y bondad siempre van a ser iguales. Porque así lo elijo, y así
lo elijo sentir.
Me
preguntó, ¿Tendrá algún sentido que siempre se trate de malas situaciones y
feos sentimientos?¿O solo es mi vida así?¿O solo es que los demás la hacen
sentir así?¿Valdrán la pena verdaderamente ciertas personas? Muchas preguntas y
pocas respuestas que en este momento salen de mi cabeza.
La
vida siento que puede ser como un viaje en autopista. Un camino con kilómetros
de distancia hacia un final. Lleno de obstáculos y autos con una misma
particularidad de un objetivo por cumplir y meta por llegar. Entonces me atrevo
a decir (y comparar) con un camino el cual se puede volver difícil de
transcurrir e inexplicable de abordar.
Ojalá
fuese tan simple y fácil como manejar en una autopista, sin ningún obstáculo o
parada que interrumpa o dificulte seguir. Pero no, es así, por más esfuerzo que
le pongamos para evitarlo. “El camino es aquietar la mente e inducirla a qué se mire
así misma de manera realista Una mente
madura, equilibrada y que aprenda a perder. Una mente humilde, pero no
atontada. Una mente abierta al mundo, vigorosa y con los pies en la Tierra”
– Walter Risso
Con
el paso del tiempo aprendemos a vivir, a ser fuertes, valientes, entender a lo
demás, quererlos… hacerlos eternos.
Por
cada segundo que pasa es un caer y volver a levantarse, con la cabeza mirando
siempre para arriba. Con el corazón y mente dispuesta a todo sin importar
cuánto cueste.
Amar
hasta no sentir.
Extrañar
hasta olvidar.
Recordar
hasta morir;
Y
anhelar lo que no está.
Al
fin y al cabo el hombre vive buscando el sentido que toma vivir. A lo que
conlleva a preguntarme ¿En qué se basa la vida? ¿En pérdida?¿En dolor?¿En ser
personas fuertes de sentimientos?¿En superar?¿En busca de la felicidad?
Sin
embargo. Henry Miller dice “Hay que darle un sentido a la vida por el hecho mismo de
que la vida carece de sentido”
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