martes, 25 de octubre de 2022

¿El bien y el mal?

 

Por M.A.M.

 La pregunta acerca de ¿qué es el bien y qué es el mal? se remonta desde la existencia del ser humano... El temor de no saber si somos lo suficientemente buenos o si somos demasiado malos, nos atormenta constantemente.

 Nos aferramos a querer encontrarle un significado a todo, a querer tener un significado para cada cosa y palabra. Y la verdad es que no existe una definición de lo que es "bueno" ni de lo que es "malo" pero podríamos decir que es necesario. ¿A qué me refiero? Bueno, cada cosa que nos pasa, independientemente de si nos lastima o no, es necesaria. Es necesaria porque cada cosa que nos pasa nos obliga a evolucionar.
¿Esto es una forma de justificar nuestros errores? ¿Una forma de justificar la maldad hacia otro ser vivo? La respuesta es no. ¿Por qué? Bueno porque, a pesar de que todo lo que hacemos es necesario de alguna o otra forma, nuestros actos tienen consecuencias.
 La mayoría de las veces que cometemos un error las consecuencias son negativas, nos afecta tanto a nosotros como al resto.
 Entiendo que pueda ser un poco contradictorio decir que las consecuencias son negativas y a su vez decir que todo es necesario, pero solo es cuestión de pensarlo un segundo y plantearse si en verdad, ¿Existe el bien sin el mal? ¿Cómo sabemos si algo es bueno si no tenemos con que contrastarlo? ¿Y cómo sabemos cuando algo es malo?

 ¿Alguna vez se preguntaron si existen seres vivos más allá de los humanos que sean malos? ¿O que sean buenos en su totalidad? ¿Por qué el ser humano es el único que puede ser bueno o malo?

 Ante todo, para el filósofo Hobbes el hombre es un ser psicológicamente egoísta, vale decir, un animal que por necesidad natural busca, en toda acción, conseguir un bien para sí. Si persigue algún bien para otro, lo hace necesariamente porque el que otro consiga tal bien es parte de su propio bien.

 Esto quiere decir que de cierta forma lo que se dice que es el bien y de lo que es el mal es una construcción social creada para mantener cierto orden en los deseos del ser humano.



Amor propio

 

Por V.C.

 La autoestima es la denominación del amor propio, es la percepción emocional profunda que las personas tienen de sí mismas. Elegí este tema porque me parece muy importante el amor propio.me parece un tema del cual debemos hablar sobre ello,el amor propio es algo de lo que sufren varios adolescentes,basicamente es la evaluación perceptiva de nosotros mismos.Para ello, analizaremos los elementos que componen una autoestima bien definida, además, se evidenciaran datos concretos, desde el punto de vista de expertos que han obtenido grandes logros y conocimientos en dicho tema.

 Desde los primeros 5 o 6 años de crecimiento, el ser humano, en su etapa de formación, empieza a establecer un concepto de como nos ven nuestros mayores (padres, maestros, compañeros y amigos),desde ese momento los mayores empiezan a hacer comentarios sobre el cuerpo o personalidad del niño. Nosotros empezamos a moldear nuestra personalidad en el ambiente familiar,transmitiendo los valores y normas adquiridas dentro de éste contexto.

 Es de esta forma como el amor propio se convierte en una base fundamental en el ser humano para relacionarse con los demás y para sentirse satisfecho por su comportamiento adecuado y logros que ha obtenido. Con ello tal como lo expresa Nathaniel Branden: “Los logros productivos son una consecuencia y expresión de salud y autoestima”.  Es aquí donde se puede hablar de una autoestima bien definida.

 En la actualidad, muchas de las heridas emocionales que tiene una persona producidas en su niñez, pueden causar trastornos psicológicos emocionales y físicos, y producir dificultades en la vida de las mismas (conflictos serios en el trabajo, disminución de la energía y de la capacidad creativa, relaciones matrimoniales desastrosas, no poder hacer amigos o conservarlos, poco entendimiento con las hijas e hijos). Además, obstaculizar las decisiones que se tomen en situaciones que lo ameriten.

 Partiendo de esto, se crean todo tipo de inquietudes en relación con los conflictos que muchos individuos aún luego de muchos años guardan dentro de su ser, se convierten en un elemento vital para su desempeño diario como el mismo corazón, pero es en este momento donde juega un papel importante el entorno en donde éste se encuentre y ¿Por qué no el más cercano o sea, la familia?.

 En conclusión, una autoestima bien fundamentada y con bases sólidas en la familia, permite enfrentar la vida con mayor confianza y tranquilidad y refleja, de esta manera, ante una sociedad dispuesta a cualquier tipo de cambios un ser humano más seguro de sí mismo y encaminado a unas metas claras en donde el miedo y la inseguridad hagan por fin parte de su pasado.




Lo bueno y lo malo.

 


 Por D.C.A.

 Primero me gustaría comenzar con una pregunta que muchos de nosotros puede llegar a plantearse, ¿lo bueno y lo malo depende de las acciones que nosotros hacemos?

 Yo creo que en cierto punto sí, depende de nosotros, depende de la situación y la manera en que respondamos ante eso, depende de la reacción que tengamos en ese momento. No todo lo que nos sucede depende de nosotros, no lo que nos pasa debe ser bueno, ni tampoco debe ser malo.

 Lo que nos rodea, también es parte de nuestra vida. Siento que si cambian las cosas, las personas, las situaciones que están en nuestro alrededor, cambia totalmente.

Todo cambia, día tras día.

 Pero ahora... ¿qué es lo bueno y qué es lo malo? Voy a responder desde mi punto de vista; muchas otras personas pueden tener diferentes opiniones y diferentes puntos de vista, ya que como dije antes, cada uno tiene una vida distinta a las demás. El yin y el yang (Es un principio filosófico y religioso que explica la existencia de dos fuerzas opuestas pero complementarias a la vez) me parecen una buena representación para responder a esta pregunta.

 Siento que lo malo son aquellos errores que cometemos, que a veces, no nos damos cuenta; otras veces sí pero no hacemos nada para arreglarlo y hay veces que realmente debemos o queremos arreglar ese error porque necesitamos solucionar las cosas.

 Muchas veces, hay momentos en la vida que cometemos un error al que luego nos arrepentimos profundamente, como pelearnos con alguien cercano a nosotros, un amigo/a, un familiar o simplemente una persona especial.

 Lo bueno, son todos aquellos momentos en los que nos sentimos realmente bien con las acciones que hacemos, con las personas que están alrededor de nosotros, cuando nos sentimos muy bien. Siento que muchas veces, esto trae mucha felicidad, pero... ¿si alguno de nuestros recuerdos buenos y felices se llega a convertir en un recuerdo malo y triste?  Esta pregunta me hace pensar que tal vez el bien no puede existir sin el mal y que el mal no puede existir sin el bien.

 Por eso mismo lo represento con el yin y el yang.  Se dice que la tristeza puede ser el primer paso a la felicidad o viceversa, que la felicidad puede convertirse en tristeza.

 Por eso, lo bueno y lo malo, siempre se van a complementar y equilibrar como el yin y el yang.




 

Mi relación con la muerte.

 


Por J.S.

En ocasiones, me he encontrado haciendo chipa que, a menudo, cocinaba con mi abuelo, reproduciendo lo que él me enseñó.

Mi abuelo ya no está físicamente, pero se presenta en mi vida con frecuencia. En un principio, me afligía o me parecía insólito, pero con el paso del tiempo y la continuidad se me ha ido convirtiendo en una forma de entender la muerte. Como dijo el escritor venezolano Julio Túpac Cabello: “No importa lo que de la muerte podamos prefigurarnos o no, lo que científicamente se conozca o desconozca, la muerte ocurre”

Gente fundamental en nuestra vida, amada y entrañable se va físicamente para siempre, y ese dolor que nos mueve de arriba abajo, a todos nos atropella. Y nadie te cuenta, como parte natural de la vida, que eso ocurrirá.

He sabido, como la mayoría, sobre anécdotas de personas que han tenido experiencias con personas cercanas o desconocidas y que se comunican con ellas estando fallecidas.

Algunas de estas experiencias nos parecen cuestionables, pero otras resultan irrefutables, por la naturaleza de su relato.

Esto sucede con Elizabeth Baralt, quien ha escrito el libro “Amar más allá de la vida: carta a mi hijo, quien murió para enseñarme a vivir”. En él Elizabeth cuenta que antes de morir, y luego de una crisis asmática que lo mantuvo al borde de la muerte, su hijo mayor le confesó que había estado en un lugar muy bello, tan bello del que no quería regresar. Un tiempo después, luego de otro ataque de asma, la muerte se lo llevó y le envió un mensaje a su hermano menor, por otros medios.

Estas son experiencias muy fuera de este mundo para las que tenemos muy pocas herramientas para cuestionar o pensar que en realidad no sucedió.

Pero a mí, no me suceden cosas así, no tengo poderes ni él me transmite cosas en lenguajes inesperados.

Mi abuelo, simplemente, está allí, acompañándome, y yo, simplemente, lo noto.

Me viene a la cabeza y hablo con él, porque algo cotidiano me lo recuerda, porque me enseñó algo y al volverlo a hacer los reproduzco. Él no se fue de mí, se fue de la vida, y eso por momentos me genera una profunda e infinita tristeza. O a veces, como les sucede a muchos, se me olvida que ha muerto. Es triste, pero la del olvido soy yo.

Hasta que se transforma en la ausencia más presente en mi vida.




El ser humano y el amor

 



Por C.R.S.

Una vez escuche decir que “Te quiero” y el “Te amo” no eran sinónimos, sino antónimos, el “Te quiero” lo pide todo, el “Te amo” lo da todo y de eso se va a tratar el ensayo “El amor”.

El amor se puede ver de muchas formas, amor de hermanos, amor de amigos u el amor familiar. Los humanos somos de las especies más avanzadas, pero de alguna forma somos menos inteligentes que los animales, inteligentes emocionalmente, los pingüinos son fieles a su pareja hasta la muerte, los cisnes eligen una pareja de por vida y los humanos traicionamos la confianza a la persona que decimos que amamos.

El ser humano emocionalmente hablando, puede llegar a ser muy dañino, sabemos que puede lastimar a otro pero no nos importa, podemos jugar con los sentimientos de otro y nos sentimos “superior” a esa persona, pero si juegan con nuestros sentimientos son crueles.

A veces nos queremos sentir amados y estamos donde no nos corresponde. Como dijo Walter Riso “El amor no se pide ni se implora se da, se recibe y punto. Un amor que se exige y se suplica es un atentado al amor propio''. O como dijo Enrique Rojas “La felicidad no es posible sin el amor”. Otra linda frase de Rojas es, “Amar a otra persona es desearle lo mejor, mirar por ella, tratarla de forma excepcional, darle lo mejor de nosotros.” Es lindo sentirse amado y amar pero…primero hay que amarse a uno mismo para amar de la mejor forma y tener responsabilidad de lo que hacemos y de lo que decimos porque podemos lastimar. En conclusión, para poder amar, primero hay que amarse a uno mismo, aceptarse tal como es uno mismo y ser feliz con uno mismo. Encontrar a la persona que vos sientas que es indicada y te haga sentir bien y cómoda que te haga sacar la mejor parte de vos misma porque todas las personas merecen a alguien que las traten bien y que las apoyen en todo y nunca te dejen solo y lo mas importante te hagan sentirte cómoda o cómodo, bien y  feliz. 




Por qué es difícil expresar lo que sentimos

 

 


Por E.A.

Expresar los que sentimos, para algunos, puede ser un desafío. Esto es algo con lo que suelo convivir la mayor parte del tiempo: guardar lo que siento para mí misma y seguir como si nada pasara.

El hecho de no expresar lo que sentimos muchas veces se debe al miedo al rechazo, miedo de decir algo y que el otro crea que somos “raros”; que no tomen en cuenta lo que aportamos o que minimicen lo que sentimos.

Sin embargo, estos sentimientos y/o emociones reprimidas siempre encuentran una manera de manifestarse, lamentablemente lo hacen lastimando y confundiendo a nuestro cuerpo, ya que “las emociones afectan a todo nuestro organismo; nuestro cuerpo lucha por nuestra supervivencia y está tratando de mantenernos seguros en todo momento”. Creemos que ocultando lo que sentimos es mejor, pero nos hacemos más daño.

Según la psicóloga María Súnico:”Puede suceder que dichas emociones persistan, que empeoren -es decir, que tengan más intensidad, frecuencia o duración-, o que empecemos a manifestar conductas desadaptativas para intentar neutralizarlas. Estos comportamientos pueden ir desde la rumia (darle vueltas una y otra vez a lo mismo) hasta estrategias de evitación (alcohol, drogas, medicación...)”.

Para evitar que tanto nuestro cuerpo como nuestra mente sufran, debemos aceptar eso que sentimos, esas emociones que están ahí aunque queramos sepultarlas en lo más profundo de nuestra mente, Súnico dice  “La emoción aparece, pasa, puede que golpee (a veces duele), pero siempre termina desapareciendo”.

 

Bibliografía:

https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20181229/453672277636/ignorar-sentimientos-negativos-autodestruye.html




sábado, 15 de octubre de 2022

¿Quién soy?

 


Por L.C.

 Una pregunta que resuena en mi mente seguido y busco múltiples respuestas a la misma: ¿Quién soy?
 Podría decir que soy L.C., una adolescente  de 16 años que busca un camino para su vida, pero siempre busco un poco más y más. Creo que el quien soy en un proceso y voy en busca de saber quién soy, lo que me gusta, lo que no, lo que conforma mi persona, mis valores, mis sentimientos, mis convicciones y demás.
 Yo creo que el ser va más allá de uno mismo, es un camino, que emprendemos desde que nacemos hasta que morimos.
 Aristoteles dijo: “Así, el ser humano es un compuesto de alma con forma de cuerpo, cuya principal característica es la razón”. Para el filósofo, todo aquello que se mueve es movido a su vez por una causa, y así sucesivamente. Considerando esto me pregunto ¿el vivir sí o sí está ligado a una causa?
 Yo creo que mi vivir no siempre tiene una causa, el vivir es relativo, todos vivimos diferente, somos diferentes, a mí por lo menos, me gusta serlo.
¿Quién soy en mi vida?
 No escuchamos muchas veces el típico cántico de los padres "estudia para ser alguien en esta vida".
 Yo creo que no tendríamos que cumplir convicciones ajenas para ser. El simple hecho de existir, nos hace ser.
 Me gustaría analizar este tema desde la perspectiva del filósofo Pitágoras quien afirma que El cuerpo es una simple cárcel del alma.
¿Qué me genera el cuerpo en el ser?
 Siento en muchas ocasiones, que mi alma y mi cuerpo se dividen, como si quisiera que mi alma se desprendiera de él. Sentí tantas presiones por mi aspecto físico a través de mi vida que me gustaría salir de mi cuerpo.
 A lo que me gustaría llegar con este ensayo es a que todos somos únicos, que
no debemos dejarnos llevar por opiniones o convicciones de otros. Simplemente seamos, ya somos. Saquemos ese lado un poco más de nosotros con los otros. El ser esta ligado a nosotros mismos.  Yo creo que nunca deberíamos reprimir nuestro ser, es lo que nos hace ser nosotros mismos.

Edward Hopper


¿Y después de la escuela, ¿qué?

 


Por E.A.

Una pregunta que me genera estrés de solo pensarla: qué voy a hacer de mi vida, quién quiero ser y cómo lo voy a logar.

Todo el mundo quiere ser millonario, y yo también. Pero también quiero ser feliz y vivir de algo que me haga feliz; Y aunque tengo el 98% de seguridad en mí misma de que lo voy a logar, ese 2% es la duda de: ¿Lo conseguiré? ¿Podré vivir de lo que me gusta?

Estas preguntas tienen respuesta que van a llegar con el tiempo, lo que puedo hacer yo ahora, es construir esa respuesta.  Sin embargo, hay ciertos peros en el desarrollo de esa elección. Los padres, la salida laboral y el dinero. Una vez leí en la parte de carreras en el diario Clarín: “Es muy importante que los chicos busquen sentirse felices, no solamente que se sientan realizados por obtener un título, sino más bien por lo que van a ser (…) muchas veces se prioriza la parte económica, pero es más importante priorizar lo que a ellos los hace felices, de hecho el cerebro busca constantemente ser feliz y reducir el dolor y cuando eso no sucede y se termina escogiendo una carrera por el dinero que les pueda llegar a dar, por comodidad, o por complacer a los padres, tarde o temprano, cuando finalice la carrera, ese chico se va a sentir infeliz y lo más probable es que no ejerza esa profesión.”

A lo que yo pienso por qué. Por qué vivimos la vida privándonos de cosas que queremos hacer, si es solo una y la tenemos que disfrutar… La mayoría de los adultos viven diciendo esto ya que o no trabajaron de lo que soñaron, o no ven reflejado en nosotros (los adolescentes) lo que ellos planearon en su pasado para nuestro futuro. Después de esto, me decidí en, 1: no ser tan impulsiva y 2: ser siempre yo misma, y la verdad que me está ayudando

Otra frase que rescato en base a este tema, es la del 3er capítulo de “Ética para Amador” de Fernando Savater, que dice: “Libertad es poder decir «sí» o «no»; lo hago o no lo hago, digan lo que digan los demás, esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por lo tanto no lo quiero. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estás decidiendo.” Esto es completamente cierto. Hay que decidir las cosas porque nosotros la queremos, no para complacer a los demás. A veces me pasa que hago algo sólo porque lo hacen los demás, entonces es como ir en filita india con un grupo, decidiendo algo que quizá no es la que yo quería en un comienzo. Y ahí es cuando llega la culpa, porque no es la de nadie más, sino mía, porque yo decidí eso, y ahora me tengo que atener a las consecuencias. Por eso hace tiempo me propuse elegir yo, lo que me hace bien de lo que no disfruto, alejarme de cosas que no suman nada a mi vida y ser yo la que elija qué quiero; y también animarme.

En Argentina (según infobae) el 40% de los estudiantes universitarios abandona o cambia de carrera tras el primer año. Después de investigar esto, me di cuenta que no estoy tan errada. Y tengo miedo por eso. Claramente no sé las razones por las cuales ese 40% de estudiantes dejó la carrera pero puedo suponer que es por la economía financiera y los gastos que conlleva asistir a una universidad, porque se dejó llevar en la decisión y eligió a las apuradas, por obligación de los padres o porque se arrepintió y terminó odiando su elección. Por eso, hay que elegir bien, decidir con coherencia y ser consciente de lo que quiero para mi  vida. Obvio, si no me termina gustando por a o por b, son cosas que pasan y está bien. Lo que no está bien es dejarla porque otros hayan decidido por mí. Lo que está mal de eso no es dejar la carrera es haber dejado que otros influyan en una elección que tiene que ser 100% mía.

Hace tiempo entendí… Soy yo la que tiene poder de decisión sobre mi futuro y lo mejor para él. Hay que saber hablarlo, expresarlo y lograrlo. Voy a luchar por lo que quiero y confiar en mí para conseguirlo. Claro que esto no va a ser fácil, pero sé que puedo.




 

 

Un feliz límite

 

 Por L.C.
¿Y si divago un poquito más allá de lo que es ese sentimiento? ¿soy realmente lo que siento? ¿como consigo tenerlo todo el tiempo?¿por qué no puedo vivir así? ¿podria tenerlo de manera infinita o es necesario el mal momento a veces? ¿Soy feliz? ¿o la felicidad son solo momentos? como suelen decir.
La felicidad es el estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
“El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”. afirma Sócrates (470 a. C. - 399 a. C)
 Para Sócrates, la felicidad no deriva de experiencias externas ni de recompensas externas o elogios externos. Para el filósofo, la felicidad proviene de nuestras experiencias privadas, de nuestras recompensas internas y de toda expresión de nuestro yo interno. Para él la felicidad es el último bien del hombre y se logra con la práctica de la virtud. No se trata de la felicidad lograda de los placeres sensibles y fugaces, sino aquella serena y estable que proviene de la contemplación de la verdad y que se logra con la práctica de la virtud. 
Comento un poco de esto porque en cierta parte estoy de acuerdo con él ¿Y si viene de adentro? A veces puedo pasar horas pensando ese tema, hasta días, si es que es verdad que la felicidad proviene en base a experiencias íntimas. capaz también vienen de diferentes cosas cotidianas que nos pasan día a día como una rutina, y en base a eso lo compartimos con los de afuera, que de forma recíproca nos entregan algo de esa acción reacción.
 Pero lo que más me hace ruido es que no vamos a saberlo con certeza, nunca vamos a saber la exactitud y eso es lo que busco en cada tema al cual me quiero meter de manera compleja. Puede resonar en mi cabeza, días, minutos, horas y hasta semanas. El hecho de tener la razón pero no la verdad absoluta es lo que me hace querer investigar muchísimo más allá de lo poquito que se y que sabemos si es verdad que la felicidad dura cierto tiempo o simplemente vivimos felices pero a veces tenemos ciertos malos momentos. A veces pienso en lo fácil que sería tener una felicidad ilimitada, pero también veo como todo sería tan aburrido, rutinario y sin sentido. Porque seamos honestos los problemas que nos van surgiendo durante el día nos ponen en constante movimiento mental, el aprender y sobrellevar de cierta manera un problema es lo que nos alimenta como personas. el hecho de poder decidir como nos vamos a tomar tal problema o inconveniente que surge en ese momento es lo que nos hace salir de la rutina. Rutina de la cual vamos a sacar provecho y sobre todo aprender.




miércoles, 12 de octubre de 2022

El dibujo de mi vida

 

El dibujo en mi vida

 Por L.P.

               Sería bastante innecesario iniciar este ensayo con la pregunta de “¿Que es el dibujo?”, ya que es una actividad cotidiana que muchos hacen a menudo o hacían de pequeños. Una actividad que hasta tiene su propia materia, plástica o también conocida como artes visuales, así que prefiero iniciar con la pregunta de “¿Qué hizo el dibujo en mí?”.

                Desde pequeña dibujaba, eran dibujos muy simples, y a causa de esto hacia muchos dibujos de forma diaria, como unos 3 o 4. No eran de un tema en específico, podría haber dibujado unos ponys en uno y al instante hacer otro de flores. La mayoría se los mostraba a mi mama, quien siempre me felicitaba por estos y me alentaba a dibujar mas y, en consecuencia, lo hice durante varios años.

                A medida que crecía me iba alejando del dibujo, no tenía mucha motivación para hacerlo, no tenía razón para hacerlo, así que me estanque bastante. Solo dibujaba cuando me lo pedían o cuando estaba sumamente aburrido y no me quedaba mucho más que agarrar un lápiz y una hoja al zar y hacer todo lo que pasaba por mi mente.

                A los casi 13 años encontré una motivación para dibujar, hace unos pocos años había salido un videojuego que me fascino, por esta fascinación empecé a dibujar mucho sobre los personajes de este juego. No solo eso, empecé a dibujar mis propias versiones de estos y hasta personajes originales míos, algunos los sigo dibujando cada cierto tiempo.

                Con el tiempo empecé a ver tutoriales para ir mejorando: de tomarme no mas de 10 minutos pasé a que me tomara 20, luego 30, 40, 50…hasta llegar ahora, que me puede tomar alrededor de 2 a 4 horas un solo dibujo. Incluso con pequeños dibujos o bocetos me empezaron a tomar mas tiempo. Con esto empecé a dibujar menos nuevamente, ya que demandaba mucho tiempo que yo actualmente no tengo, así que lo hago cada cierto tiempo.

                Con el tiempo, 3 años, dibujando aprendí que un dibujo puede tener diferentes fases, donde se puede experimentar diferentes emociones. En la primera fase esta el boceto, donde generalmente te ilusionas con el dibujo, le dedicas el mayor tiempo posible y al acabarlo sueles pensar que es uno de los mejores dibujos que has hecho, y no deseas delinearlo, por el miedo de arruinarlo.

                               Le sigue el proceso de delineado, yo hago 2, uno con un lápiz de escribir claro y un lápiz negro fuerte, y es donde más cuidado hay que tener con el pulso. Un movimiento en falso y podrías dejar una marca en la hoja difícil de borrar y difícil de disimular al momento de pintarlo.

                                

 

 

 

 

 

 

 

                En el momento de pintar es un sentimiento de mucha mas tranquilidad, ya que el dibujo para llegar al punto de coloreo, paso la fase del delineado de una forma decente o que te anima a terminarlo pensando que va a quedar bien y que te va a gustar. Además de simplemente pintar también se busca corregir algunos errores y llegar a un mejor resultado.

                Y finalmente esta la fase del sombreado, la iluminación y donde se agregan algunos detalles como el fondo. Es aquí donde sentís alegría, porque estas a nada de terminar el dibujo, y ves que va dando un resultado que te gusta y, quien sabe, podría convertirse en uno de tus mejores dibujos y una fuente sana de orgullo y poder seguir mejorado en el ámbito.

                Luego de todo esto generalmente las personas los guardan en un lugar, algunos los dejan por ahí y terminan perdiéndose. Al final de cuentas, el dibujo queda ahí, y al día siguiente o en un tiempo se iniciara otro que, quien sabe, podría ser mejor que este.

 


 

 

Aprender a amar

 


Por N.S.

Aprender a amar.

“Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta”.

Por: Sam Kenn (1931).

 

El amor, un sentimiento difícil de explicar y que en los diccionarios el significado exacto no vamos a encontrarlo. Más que entenderlo es necesario sentirlo, para así poder llegar a la gran inmensidad, del que todas las personas enamoradas suelen mencionar, de los tantos sueños y sensaciones en el cuerpo que llegan a soportar. De esa fuerza que nos mueve a hacer, muchas veces, cosas impensables.

Todos nacemos con el impulso de creer y desarrollar este sentimiento, como cuando recién somos niños y al dar nuestros primeros pasos sentimos confianza, que nuestros padres están ahí para no soltarnos y que nos cuidarán si fallamos en el intento, el amor consta de varias virtudes como la mencionada, anteriormente, la confianza, esta que hace que creamos por la cual sentimos el inmenso amor.

“–¿Qué es la confianza?

–Es permitirle a alguien que tenga la posibilidad de lastimarte.

–¿Y por qué le permitiría eso a alguien?

–Porque estarías completamente seguro de que no lo haría.”

Cita de “Adiós, humanidad” de Gonzalo Senestrari.

La confianza es uno de los sentimientos que mas necesitamos cuando aprendemos a amar, ya que no muchas veces el amor es perfecto, cometemos errores, desconfiamos, nos descuidamos a uno mismo o hacemos cosas impensables solamente por otra persona, que algunas veces llegan a herirnos a nosotros mismos.

¿Por qué aceptamos tantas cosas por amor? Las personas, cuando amamos de verdad y tan ciegamente aceptamos muchas cosas y perdonamos muchas otras, pero, ¿nos merecemos muchas de las cosas malas que recibimos, solo por el amor? finalmente ese esfuerzo que dimos y que no fue correspondido de la misma manera nos hace aceptar cosas que no son buenas para nuestra vida.

Muchas veces nos esforzamos por personas que queremos o amamos y terminamos esperando acciones o palabras que no siempre llegan. Nos enamoramos, pensamos que esa persona es perfecta, pero después llegan los momentos en que no todo es “color de rosa”, las mentiras, las decepciones; son cosas que muchas veces nos hacen darnos cuenta de la realidad y de que no siempre tenemos que idealizar a una persona.

Pero finalmente, ¿cuándo es que aprendemos a amar? Aprendemos a amar cuando dejamos de idealizar a una persona perfecta y aceptamos que no siempre vamos a tener lo que queremos. Tener que aprender a aceptar los errores de el otro también tiene que ver con saber cuando decir basta, el amor propio es fundamental para poder aprender a amar.

 



viernes, 7 de octubre de 2022

¿Hay vida después de la muerte?

 

Por M.B.

Es una pregunta que sustenta la condición humana: la que nos hace la única especie consciente de su propio fin. Por muy única que sea la pregunta, las respuestas culturales y científicas a la misma son de una diversidad sorprendente.

La creencia en una vida después de la muerte contrasta con la creencia en el olvido tras la muerte.

Desde la perspectiva científica, la muerte es concebida como el término y el límite de la vida, en donde el organismo es incapaz de sostener su homeostasis, sobreviniendo así el daño definitivo y el cese de todas las funciones vitales¹.

Desde algunos puntos de vista religiosos de la india, la persona puede renacer en este mundo y comenzar el ciclo de vida de nuevo, probablemente sin memoria de lo que ha hecho en el pasado. Estos renacimientos y muertes pueden tener lugar una y otra vez de forma continua hasta que el individuo consigue entrar en un reino espiritual o en otro mundo.

Los teístas suelen creer que algún tipo de vida posterior espera a las personas cuando mueren. Los miembros de algunas religiones generalmente no teístas tienden a creer en una vida después de la muerte, pero sin referencia a una deidad. Los Saduceos eran una antigua secta judía que en general creía que había un dios pero que no existía después de la muerte. Muchas religiones, si creen en la existencia del alma en otro mundo, como el cristianismo, el islam y muchos sistemas de creencias paganas, como en la reencarnación, como muchas formas de hinduismo y budismo, creen que el estatus de la persona en el más allá es una consecuencia de su conducta durante la vida.

Algunos sistemas de creencias, sostienen que los muertos van a un lugar específico después de la muerte, (el cielo o el infierno, dependiendo de la religión), determinado por Dios u otro juicio divino, en función de sus acciones o creencias durante la vida. Por ejemplo: los antiguos egipcios creían que el alma del difunto viajaba al Más Allá y que esta se tenía que enfrentar al juicio que era realizado por parte de un tribunal presidido por Osiris, dios de los muertos. Un juicio que valoraba la rectitud y virtuosidad de la persona; en el caso de resultar favorable el acceso a la inmortalidad estaba garantizado y de no ser así, perecía irremediablemente.

Según las creencias de algunas religiones, el cielo se describe a menudo como un "lugar superior", el más sagrado, un paraíso, condicionalmente accesible por el ser terrenal de acuerdo con diversas normas de divinidad, bondad, piedad; fe u otras virtudes o creencias correctas o simplemente la voluntad de dios. Mientras que el infierno se representa como un castigo a los pecados. Típicamente, estas tradiciones sitúan el infierno en otra dimensión o bajo la superficie terrestre y suelen incluir entradas al infierno desde la tierra de los vivos.

Más allá de todas estas creencias, hay gente que cree que la idea de “Vida después de la Muerte”, es algo que creamos para aminorar el miedo que nos da el no saber lo que en realidad hay después de la muerte.

En varios aspectos de la vida diaria nos podemos encontrar las respuestas que la gente ha formulado, referentes a esta incógnita; como por ejemplo en la literatura. Donde en el libro “Buscando a Alaska” ², se menciona que las personas no morimos, ya que estamos hechos de energía y esta nunca se crea ni se destruye, solo cambia de forma, tamaño o manifestación.


 

Bibliografía y Notas.

1)      (García-Rillo, García-Pérez y Duarte, 2012).

2)      Buscando Alaska, John Green.




Vivir en el presente

 

 Por M.M.

¿Es en serio que tendríamos que dejarnos de preocupar por el futuro o por el pasado?

El presente es lo que existe y, como ente existente que es, podemos controlarlo. El pasado y el futuro son tiempos que no están, que ya/todavía no existen. Vivir el presente no significa únicamente dejar de pensar en el pasado o en el futuro. También es aprender a sacarle el máximo provecho al aquí y ahora, disfrutarlo, ser plenamente conscientes de ello.

¿qué esperamos realmente del futuro si no actuamos en el presente?

El futuro no existe porque nunca llega siempre será futuro y pensar en él, en lo que sucederá en él, solo traerá angustia, desesperación, dolor y desolación. El futuro nos hace perder tiempo valioso, porque pensando en él vamos postergando lo que podríamos hacer en el presente. Pero no deberíamos preocuparnos por el futuro o por el pasado, ya que, como comenté anteriormente, y como lo dice la Dra. Iratxe López. Psicóloga Clínica:

“Pensar demasiado en el futuro y el pasado, a menudo, son causas de estrés. Aunque un poco de estrés puede ser beneficioso, el estrés crónico causado, en parte, por no vivir en el momento presente, puede ser perjudicial para la salud mental, física y emocional de una persona.”

Esas cosas que antes no tenían significado cuando éramos pequeños, pero que ahora por alguna razón si, ¿por qué será? Bueno, muchas veces nos hemos puesto a pensar acerca de nuestro futuro, y es totalmente normal, ya que a partir de los 15 años o incluso antes, los jóvenes comienzan a escuchar en el hogar y en la escuela que las acciones que toman en la vida tienen consecuencias a veces permanentes.

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Uno de los proverbios, es decir, una frase de origen popular repetida tradicionalmente de forma invariable, más conocidos y que quizás en alguna ocasión hayamos puesto en práctica. Pero, ¿cuánto ha durado? Seguramente, tan solo un día o dos. Las prisas, el estrés y la conciencia de pensar siempre en el futuro nos impiden mirar a nuestro momento presente y ver lo que hemos conseguido hasta el momento. Nos impiden disfrutar de nuestros logros, obligándonos a mirar siempre más allá de nosotros.

Pensá que el resumen de todo esto es que si quieres algo lo hagas realidad ahora. No pienses en si lo podías haber hecho o en si lo harás otro día. El presente es lo que cuenta, no permitas que tu vida pase delante de tus ojos sin sentido alguno. Una vez que empieces a vivir el momento presente serás más consciente de las cosas que son importantes para ti; serás más compasivo contigo mismo; dedicarás más tiempo de calidad con aquellos que te rodean, y vivirás con propósito. Por tanto, el secreto para que tu vida adquiera el significado que quieras darle es actuar. No sueñes si tienes pensado dejar la vida pasar. La acción es lo que cuenta, el aquí y el ahora es en lo que deberías pensar.

“Al final de todo, vos decidís si es mejor trabajar por el presente dependiendo o no del futuro y del pasado".



¿En qué se basa la vida?

 

Por M.A.K.

3 de Octubre del 2022

“En realidad, solo existe el acto de amar, (…)

Significa dar vida, aumentar su vitalidad.

Es un proceso que se desarrolla

y se intensifica a si mismo”

- Erich Fromm

 

Se vuelve tan importante cada palabra que sale de nuestra boca, cada movimiento… cada sentimiento.

Se vuelve tan importante que después de que pasan los días tomas conciencia de que lo vivido, no se puede volver atrás. Ya lo viste, en tu historia paso a ser pasado justo en el momento que sucedió.

Al no poder volver atrás, se vuelve tan importante que se convierte en uno de tus recuerdos más queridos por el resto de tu vida.

Se termina convirtiendo en un anhelo, en un “ojala estuviera conmigo”, en un “desearía que fuese infinito”

Como dicen… “Nada es para siempre”, pero, ¿Y si no es así?¿Y si los sentimientos, los vínculos creados con los demás, el amor hacia una mascota, las personas, los recuerdos, vivencias y demás, fuesen para siempre?¿Que pararía?

De seguro si le pregunto a una persona me diría que estoy loca! Que las personas no son para siempre, que nada lo es. A lo que me vuelvo a plantear ¿Y sí, sí lo fueron?

Lo anterior que mencioné, para mí, si son eternas, y es para siempre lo que cada uno elige que se haga y sea para siempre. Si amamos a tal punto a un ser, mi amor, gratitud y bondad siempre van a ser iguales. Porque así lo elijo, y así lo elijo sentir.

Me preguntó, ¿Tendrá algún sentido que siempre se trate de malas situaciones y feos sentimientos?¿O solo es mi vida así?¿O solo es que los demás la hacen sentir así?¿Valdrán la pena verdaderamente ciertas personas? Muchas preguntas y pocas respuestas que en este momento salen de mi cabeza.

La vida siento que puede ser como un viaje en autopista. Un camino con kilómetros de distancia hacia un final. Lleno de obstáculos y autos con una misma particularidad de un objetivo por cumplir y meta por llegar. Entonces me atrevo a decir (y comparar) con un camino el cual se puede volver difícil de transcurrir e inexplicable de abordar.

Ojalá fuese tan simple y fácil como manejar en una autopista, sin ningún obstáculo o parada que interrumpa o dificulte seguir. Pero no, es así, por más esfuerzo que le pongamos para evitarlo. “El camino es aquietar la mente e inducirla a qué se mire así misma de manera realista  Una mente madura, equilibrada y que aprenda a perder. Una mente humilde, pero no atontada. Una mente abierta al mundo, vigorosa y con los pies en la Tierra” – Walter Risso

Con el paso del tiempo aprendemos a vivir, a ser fuertes, valientes, entender a lo demás, quererlos… hacerlos eternos.

Por cada segundo que pasa es un caer y volver a levantarse, con la cabeza mirando siempre para arriba. Con el corazón y mente dispuesta a todo sin importar cuánto cueste.

 

Amar hasta no sentir.

Extrañar hasta olvidar.

Recordar hasta morir;

Y anhelar lo que no está.

 

Al fin y al cabo el hombre vive buscando el sentido que toma vivir. A lo que conlleva a preguntarme ¿En qué se basa la vida? ¿En pérdida?¿En dolor?¿En ser personas fuertes de sentimientos?¿En superar?¿En busca de la felicidad?

Sin embargo. Henry Miller dice “Hay que darle un sentido a la vida por el hecho mismo de que la vida carece de sentido”




 

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